En una playa desierta paseaba una mujer
parándose a reclamarle al cielo lo perdido,
un hombre muerto en sus brazos
que es lo único que en su vida ha tenido.
Muerto reposado en sus brazos de dolor,
la chica y su llanto entristecían a las olas
el atardecer se estaba quedando sin color,
por fin podrían estar los dos a solas.
Pobre la mujer que se ha quedado sin amor,
como ligera la arena que entra en la caracola,
El ruidoso mar que ya no tiene sabor,
y inmediatamente se marcha llorando sola.
- Autor: undun (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 1 de febrero de 2014 a las 17:12
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 118
- Usuarios favoritos de este poema: José Manuel Reyes, Ayelén
Comentarios2
Gratos son los versos que haz escrito; pensar que una de las cosas más maravillosas de la tierra puede quitarte el más grande regalo que nos dio Dios, "LA VIDA"... Saludos de afectos y amistad...
JOSÉ MANUEL REYES.
Lindo y triste a la vez. Saludos
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