Cómo enterrar la espada?
De un golpe,
de un empuje,
o como lo recomienda Plinio:
NON ICTU MAGIS QUAM MORA?
La espada o el cuchillo,
dónde enterrarlos
en tiempos de paz?
Ociosa reflexion si el valor falta
para clavar siquiera una mirada.
- Autor: klimperer (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 2 de febrero de 2014 a las 09:36
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 89
- Usuarios favoritos de este poema: kavanarudén
Comentarios5
Profundo poema.
Me deja pensando, me ayuda a reflexionar.
Me gusta la profundidad de tu escrito, es filosofía, es profundidad, es existencia in aeternum.
Un fuerte abrazo.
Kavi
Muchas gracias Kavi por tus amables palabras. Siempre halaga saber que alguien aprecia lo que hacemos.
Un fuerte abrazo.
Carlos
Hey amigo, contigo tendré que regresar a mi clase de etimologías, jajaja, muy interesante, creo que en lugar de enterrarlos se podrían utilizar para el bien o el trabajo.
Saludo cordial.
Hola Arcoiris!
Había escrito un largo texto respondiendo a tu comentario cuando de pronto oprimí inadvertidamente alguna tecla y todo desapareció...
Eso que cito en original de Plinio, escritor romano nacido en el año 61 o 62 después de Cristo, aparece en una de sus muchas cartas, escritas a amigos y conocidos. A propósito, Plinio fue testigo ocular de la erupcción del Vesubio, que destruyó a Pompeya, lo describe todo en una de sus cartas.
Volviendo a mi poemita, sobre la espada y la mejor manera de enterrarla, Plinio opina que más efectivo que de un sólo golpe es irla enterrando con una lenta presión.
Fue lo primero que presenté en este foro y equivocádamente oprimí la tecla "para mayores de 18 años"...
Pedro Páramo tuvo una importancia decisiva para el desarrollo de la novelística latinoamericana. Originalmente era un libro muy voluminoso, Rulfo lo redujo radicalmente.
Parece escrito por alguien que recordara su vida en la soledad de su tumba. Se dice que todos los personajes, incluso el narrador, están muertos...
Espero que pases bien, Arcoiris!
Carlos
En tiempos de paz, es de suponer que debe guardarse en la vaina.
En ella el extraño ignora la real largura de la hoja, ni la calidad de su filo.
La paz, ha de ser por ello, un fino cálculo entre el brazo y la posibilidad de la hoja.
Esto pasa a diario, en las noticias internacionales.
Tus versos, son para meditar y en esta ocasión, casi en voz alta.
Un abrazo
Gracias Esteban por tu comentario.
Lo que escribí ayer sobre tu poema fue realmente así, un descubrimiento.
La imagen del colibrí detenido entre los labios es grandiosa!
La creación literaria, especialmente en poesía, es un producto casi subconsciente. Claro está que no basta la inspiración o el deseo de hacerlo: generalmente funciona sólo cuando uno se ha preparado y meditado bastante.
Pienso en este momento en el ascensor: quizás podrías incluir en tu poema esa antigua, ya desusada variante: el Paternoster...
Espero que estés bien.
Un abrazo,
Carlos
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