The sword of Damocles,
la espada de Damocles:
Una imprecisión
en todos los idiomas.
No es esa su espada.
Y la que sobre él,
invisible, pende,
es la misma
que sobre todos nosotros
se balancea.
- Autor: klimperer (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 3 de febrero de 2014 a las 20:42
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 49
- Usuarios favoritos de este poema: kavanarudén, El Hombre de la Rosa
Comentarios7
Hermoso poema
Esa espada que pende y cuando menos lo esperamos.....
Me ha gustado leerte.
Un fuerte abrazo desde la distancia.
Kavanarudén (Kavi)
Hola Kavi,
justo estaba en una de esas situaciones en que se le viene a uno esa imagen... De hecho, casi todos, alguna vez estamos en situaciones similares, en que un peligro (real o producto de nuestra propia imaginación) amenaza nuestro bienestar.
Y esa espada invisible, claro está, es la muerte, que en cualquier momento puede caer sobre nosotros.
Un fuerte abrazo,
Carlos
Una gran muestra de tu talento al escribir tus lindos versos
Saludos y amistad de Críspulo
Muchas gracias Críspulo por tu elogio.
Los comentarios positivos y la crítica constructiva son indispensables para seguir adelante. Son algo así como el combustible del alma.
Saludos y amistad de
Carlos
Me encantó, cuantas veces el inminente peligro nos acecha y cuantas veces... el precio que se paga por un gran poder...
Abrazo
Astika
Muchas gracias, Astika.
Vuelvo aquí a mencionar tu relato (("taxi taxi").
Ma parece muy acertado no revelar la ciudad en que tiene lugar ese episodio. A posteriori me enteré de que debe ser Buenos Aires, al principio pensé en Madrid o Barcelona... Esos nombres de calles que uno no conoce tienen para mí algo de misterio...
Sólo en el diálogo entre el chofer y la pasajera tuve una cierta dificultad, no siempre estaba claro para mí quién hablaba...
Un abrazo
Carlos
Es correcto Carlos, la ciudad es Buenos Aires, acepto tus conceptos y los tomo en cuenta, soy una aprendiz que escribe con el corazón.
Abrazo
Astika
Cuánta verdad alberga
el poema que presentas
pende sobre cada cabeza
un limbo en fiera guarda
Hola Enrique!
Muchas gracias por tus palabras.
En la historia original pende esa espada de un pelo de la cola de un caballo...
Un abrazo
Carlos
Así es, Miguel Angel.
Quizás no podríamos vivir, funcionar, si no olvídáramos las espadas o "espaditas" de Damocles que penden sobre nuestras cabezas!
Gracias por leer y comentar el poemita.
Carlos
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