Recordando la infancia podemos encontrar enseñanzas sutiles que, inequívocamente, forjarán el carácter de cada uno, para bien o para mal.
Era una familia de 5 hermanos. Todos los 5, jóvenes. En el concepto material no eran ricos, pero tampoco pobres. En el concepto espiritual eran simplemente vasallos.
Para ese gobierno, existían algunas leyes, que no podían saltarse:
—Mamá, anda, dame un refresco que tengo sed —decía uno de los hermanos—.
—Yo también, yo también —saltaban en coro los demás hermanos, alborotando el ambiente.
—No empecéis —decía la madre—: ya sabéis que los refrescos son solamente para los fines de semana. Si tenéis sed, tomad agua.
Llegaban incluso a abrir la nevera, verificando que había cantidad suficiente para todos los días de la semana, si les fuera permitido.
Todos ellos, entonces, con mayor o menor aceptación, acataban aquella determinación.
Sin duda, para los hermanos, se trataba de un sacrificio: controlar su deseo, pero este sacrificio alcanzaría su estado de gracia en aquellos “fines de semana” venideros.
Los fines de semana eran perfectos, porque había refrescos y encontraban en ellos, su “perfección”.
Pasaron muchos fines de semana. Pasaron muchos años. La nevera sigue llena de refrescos, pero ni siquiera sienten la necesidad de abrirla. Lo curioso es que mantienen aquél estado de perfección en cada “fin de semana”, disfrutando de esa simple agua.
Es una familia de 5 hermanos. Todos los 5, maduros. En el concepto material no son ricos, más bien pobres. En el concepto espiritual pueden ser confundidos fácilmente como reyes…
- Autor: Luigi (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 5 de febrero de 2014 a las 05:59
- Comentario del autor sobre el poema: Los deseos inquietan la mente, causando sufrimiento. Donde estaba la paz, con el deseo hay inestabilidad y dolor. Si controlas tus deseos, con amor, re—conectas con tu estado original de paz. Al no alimentar ese deseo, este se desvanece, iluminando tu verdadero estado de perfección. Que así sea! © jose luis iglesias ros
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 45
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa, Ayelén
Comentarios3
Mi querido amigo y poeta.
Me ha encantado esa tu reflexión sobre los deseos. Creo que los deseos te dan un impulso, una fuerza para seguir adelante.
Un fuerte abrazo y mil bendiciones.
Kavi
Querido amigo Omar, los deseos son neutrales, solo tu actitud hacia ellos puede ser un impulso o retroceso...gracias por tus palabras,
un abrazo,
Luigi
Una precisidad la lectura de tu gratificante prosa literaria estimado amigo Ideluis
Saludos de amistad de Críspulo
Mi querido amigo, siempre presente en mis escritos y en mis pensamientos, muchas gracias,
Luigi
Psicodelica la reflexion y el mensaje en ello
Me ha facinado la lectura
Saludos de amistad
Querido Poeta, es difícil fascinar a un poeta, por ello, muchas gracias,
un abrazo
Luigi
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