Lo sé: te debo un baile.
Lo adiviné en tus lágrimas el día
que avié la maleta.
Y tenías razón.
La noche y el licor no suelen ser
capaces consejeros,
y nos empujan a otros brazos
—con otra música y en otra sala—
tras un último alarde de torpeza.
No fue ni por asomo
lo que había soñado entre los tuyos.
Espero que la vida haya dispuesto
calzarte con sus dulces zapatos de cristal,
que en cada anochecer
la luna no demore tu canción.
Lo sé: te debo un baile. Y no lo olvido.
- Autor: Moreral ( Offline)
- Publicado: 5 de febrero de 2014 a las 14:13
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 88
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa
Comentarios1
Muy grata la lectura de tu hermoso poema amigo Moreral
Saludos de amistad de Críspulo
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