Bajo por Galiano rumbo al Malecón.
Después de mucho tiempo
no soporto dejar de ver el mar.
En definitiva soy de La Habana,
aunque el Cerro me ama.
Sufro si no veo los barcos
entrando en la bahía,
con el Morro de guardián.
Descansa el aire sobre el litoral,
serpentea el muro y la sal me llega.
La familia lo abraza,
jinetea él, jinetea ella,
brillan en arco de luces
y se pierden en parte de la ciudad.
De luces a luces alucina todo.
Acostado olvido el color, percibo la brisa
En definitiva soy habanero,
aunque el Cerro me ame.
- Autor: garencibia ( Offline)
- Publicado: 6 de febrero de 2014 a las 13:20
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 71
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa
Comentarios2
Me ha encantado leerte amigo mio..
Le das un aire fresco a la bahia y a esas calles de la habana
con tan lindas palabras me imagine paseando por ahí.
Un abrazo.
Son gratificantes y hermosos tus geniales versos amigo Garencibia...
Muy preciado leerte...
Saludos de amistad y afecto...
Críspulo el Hombre de la Rosa...
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