Vos serás mi recepcionista
Ordenaras mis amores
Mis pasiones
Mis terrores
Las citas al doctor
Las citas a ciegas
Las horas que amo y que no amo
La juventud y sus colores
Las citas con Eva
Los encuentros con Anna
Y las batallas con Lupita.
Voz ordenaras todo
Incluso mis días lluviosos,
Mi divorcio y mi unión
Contigo
María de todos los solitarios
Rabiosos.
Benedetti (Joseph Cernuda) ©Copyright
-
Autor:
Joseph Cernuda (Seudónimo) (
Offline) - Publicado: 8 de febrero de 2014 a las 03:06
- Comentario del autor sobre el poema: Hay personas que nos cambian la vida, ordenan cada parte o cada una de las partes que existen en nosotros haciendo que nuestro diario sea más llevadero. Espero les guste, pronto pasaré a leerlos.
- Categoría: Amor
- Lecturas: 277
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa, CARMEN, Maria Hodunok., claudia07, Viento de amor
Offline)
Comentarios7
Un poema original, y, tras una aparente superficialidad, profundo.
Es gefällt mir, me gusta, como se dice en alemán.
Carlos
Gracias amigo, saludos...
Una hermosa muestra de tu talento poetico estimado amigo Benedetti
Saludos de amistad...
Si me envia su correo a Poemas del Alma le regalo a traves de Internet uno de mis 43 libros...
Críspulo El Hombre de la Rosa
Gracias por leerme amigo, saludos.
Ahora se lo envió.
Amigo muy facinante su maravilloso poema que le ha quedado barbaro
Bien adornado
Bien expresado
Como siempre amigo
Saludos de amistad
Gracias por tu gentil comentario, saludos...
Buenísimo amigo, con una perfecta dosis de humor.
Un encanto leerte.
CARIÑITOS, POETA.
Gracias amiga, saludos...
Precioso poema, diferente , con algo de comicidad.Uno sonrie al leerte.Gracias.Un beso.
Teresa.
Gracias por tu comentario tan agradable...
Saludos... 🙂
Muy lindo poema!. Me hizo recordar una canción de Mocedades que sonaba mucho en la radio allá por los 70´s, que pone en la voz de la secretaria más bien el otro lado de la moneda, la escuchaste alguna vez?
Secretaria,
la que no habla
siempre atenta, diciendo nada.
Te firmé mis veinte años
te ayudé a subir peldaños
y entre copa y copa me hice necesaria.
y al negarme a ser amable me ignoraste
y sólo fuí tu secretaria.
Hemos compartido juntos
tus fracasos y tus triunfos
y hasta creo haber tejido yo tus canas
pero allá a las siete en punto
tú te ibas con los tuyos, yo a mi casa.
Fuí también la celestina
de tus citas clandestinas
y aprendí a estar bien callada
luego un guiño de malicia
una caricia de cumplido
y un gentil hasta mañana.
Era yo quien escogía
las flores que cada día
enviabas a tus jóvenes amadas
era yo quien te firmaba las tarjetas
hasta en eso secretaria.
Secretaria, secretaria
la que escucha, escribe y calla
la que hizo de un despacho tu morada
casi esposa, buen soldado, enfermera
y un poquito enamorada.
No amiga no la he escuchado, pero esta genial. Gracias por comentar.
Original, gracioso, profundo.. me gustó mucho tu poema..
R_D
Gracias compadre, saludos.
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