El bosque esperanza que añoro
estás presente en mi porvenir
viviendo tus mitos de oro
la luz del mañana palpita en tus ojos
Cadenas esquivas tratan de sostener
mi relación en esta vida ajena
encontrando razones del saber
aprender a entregarte mi ser
Veintitrés días llamándote
Veintitrés horas hablándote
Veintitrés años esperándote
para darte lo que está faltándome
Veintitrés semanas aprendiéndote
Veintitrés segundos añorándote
Veintitrés siglos enseñándome
que el amor es libertad al entregarse
Tu sonrisa alimenta mi vanidad
ilumina mis sueños de autista
ilusiones se vuelven de verdad
mi mejor mujer del mundo realidad
Fascinado de tu alma y corazón
conociendo el cielo básico del ser
volviéndote mi locura y mi razón
sólo el que vive así conoce tu pasión
Nuestras almas se encuentran en fusión
y los armónicos de los cuerpos desnudos,
vibran en resonancia con la tierra descubierta.
En pasajes veo mi corona y pertenezco al universo que trago en ti.
- Autor: Eduardo Pessoa (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 12 de enero de 2010 a las 00:54
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 169
Comentarios3
Me encanta hacer turismo de norte a sur por tu poesía,
Buenísimo
CAdencia pura,
Un abrazo de aeropuerto
Veintitres minutos, y logro comprender la medida del tiempo en tus versos.
Gracias por compartirlos,
Un abrazo
Lena
Vaya, qu ebien sentrado esta tu poema, me encanto.
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