Sabes, hace varios años dejé la sensación de que esto no acabaría nunca
no he visto mucho el reloj pero siento que la película ya casi termina,
por mucho tiempo me distraje en la pantalla, el fresco, las palomitas
y el viaje por la piel y los besos de la mujer que me acompaña y tolera
Ahora, que he salido para tomarme un café contigo este rato de la tarde
te soy franco que este instante lo vivo con sentimientos encontrados.
No es que me de por reporcharte que me dejes quedarme más tiempo,
que estuvo mal en el diseño que todo camino termine en alguna parte
o que tenga miedo que con el fin puede que todos los fuegos se apaguen.
Y, bueno, desde luego que lo sabes, no soy ni pretendo ser un santo,
pero tampoco pienso que merezca irme a dorar en el infierno,
no me exiges licenciarme en teología, sólo que te crea y que te ame,
y que te demuestre que es cierto, no con palabras chillonas y flacas,
ni con cantos o con rezos húmedos, fríos y fiambres.
Tu lo que me pides son hechos, concretos, firmes y constantes.
En fin, ¿te gusta ralo o fuerte el café?, ¿negrito o con leche, acaso?
¿que sea en una tasa pequeña, o mejor en un vaso grande?
Me aventuro a pensar que prefieres azúcar, porque tu la inventaste.
Aquí tienes este pan casero y unas tortillas con queso, calentadas,
come con gusto y confianza, es para saborearlo.
Pero, volviendo donde estábamos, y como te dijo Pedro,
"tú lo sabes todo, y sabes muy bien que te amo"
no te sigo por interés o por miedo, te sigo porque te amo
y tengo la osadía de creerme tu hijo, saber que soy semejante
al que dice "Sea", y brotan universos, galaxias y flores.
Tu sabes que espero que mi último día sea la víspera
de un segundo tiempo sin fin, sin dolor y sin llanto.
Aunque lo sabes, te lo digo, parecen cosas sin importancia
pero extrañaré en la cara de los jóvenes ese gesto dulce
de que nada va a pasar y que todo va a ser para siempre,
Dejar de ver el vaivén de las caderas de ellas al caminar
ya me causa una gran nostalgia, te lo digo entre confianza
y pienso que me hará falta esos instantes mágicos
en que al mirarlas de perfil parecen una cresta de montaña
Como quien se va a un largo viaje dejando la gente que ama
me duele no ver más el gesto tierno de la gente mientras come
y la tendencia irremediable de todos a no perder la esperanza.
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Autor:
mario mena (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 9 de febrero de 2014 a las 01:17
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 744
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa
Comentarios4
Gratificante la lectura de tu grandes letras estimado poeta y amigo Mario Mena Mena..
Saludos de amistad de Críspulo...
Yo veo aquí una búsqueda que está a punto de encontrar algo prodigioso.
Carlos
Que así sea.
Y, a estar alerta, porque como dice un poeta costarricense:
"...nunca se pone más oscuro que cuando va a amanecer."
encantadora reflexión acompañada del aroma dulce y suave del café, me gusto, fue una historia bastante curiosa e interesante, donde el amor no falto un solo instante.
saludos de colombiana
gracias por tu elegante y fino comentario
muy realista, me encanta su letra gran maestro, abrazos desde Perú.
Me siento muy honrado con tu visita y tu generoso comentario. Recibo y devuelvo con gratitud tu abrazo.
Buena vida.
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