Agonizaba la noche. Te abrazaba como nunca. Aún faltaban dos horas. Bajaste del auto naturalmente. Entraste y te acomodaste. Tapé mis ojos. Entrelacé mis brazos sobre tu cuello. Sentí tu hocico. Te dormiste. Era la única alternativa. Expiraste. Y comencé a sentirme sola.
- Autor: Meri (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 10 de febrero de 2014 a las 02:13
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 26
- Usuarios favoritos de este poema: Andrés Mª, Maria Hodunok., El Hombre de la Rosa
Comentarios6
está bueno, hoy, esta noche estoy buscando lo que se dice letras, ideas... quiero seguir pensando en esto, en la noche que se muere, en la necesidad de algo que nos prolongue. besos para ti.
Muy hermoso, María, aunque causa tristeza... y da paso a palpar la soledad.
del corazón.
Abrazos del corazón.
Andrés Mª Contel
Gracias Andrés. Un fuerte abrazo. Meri.-
Conmovedor Maria, muy triste, pero es una maravilla la manera de plasmarlo.
Un encanto, amiguita.
CARIÑITOS.
Gracias María. Qué tal va esa estadía con los nietos? =)
Un abrazo!
Meri.-
Muy hermosa la lectura de tus gratificantes letras amiga María...
Saludos de afecto y amistad...
Críspulo el de la Rosa...
Gracias Amigo Críspulo!!
Un fuerte abrazo,
Meri.-
Siempre cuando se crea una amistad de la ama con su mascota al irse quedará un vacío en los sentimientos, un beso con cariño.
Gracias por pasar por aquí, Gastón. Que tengas un buen martes.
Un beso,
Meri.-
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.