El resplandor se queda sin brillo. Cruza la noche y no me brinda esperanzas. En la oscuridad hay gritos sin dueño. Necesito la fuerza de tu luz. El primer hervor dorado del día me eleva, etérea, a una nube. Veo una estrella fugaz que ya se apaga, sólo puede brindarme un deseo. Casi no alcanzo a nombrarte y vos, espléndido y radiante, ya opacás al sol, que, humillado, se sumerge en el ocaso.
- Autor: Meri (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 11 de febrero de 2014 a las 13:45
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 66
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa, Maria Hodunok.
Comentarios3
Especialmente hermosa y grata la lectura de tus letras amiga María
Saludos de Críspulo
Gracias Querido Crúspulo.
Un abrazo,
Meri.-
Excelente manifestación poética en un escrito verdaderamente bello......saludos.
Qué lindas tus palabras, Alejandro, gracias.
Un saludo,
Meri.-
Hermosas letras, María, llenas de amor y romantisismo, sos realmente como una estrella fugaz.
Que lindo es leerte.
MIL CARIÑITOS.
Gracias Querida María!
Te dejo un beso =)
Meri.-
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