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De Gaviota Romero
Año 1988
Volando en mi tierra me aleje una tarde, vi haya a lo lejos un punto brillante, ¿qué es aquello? Llamo mi atención.
Decidida y rápida cruce el estrecho, ¿madre qué era aquello? Había luz, color, gente que reía, ¡una tierra alegre! Dijo alguien abajo… es, ¡Andalucía!
Volando tan bajo por verla mejor, tropecé con algo, un faro sería: que de allí tirada, mi pecho sangrando, sentí que moría.
De pronto unas manos cálidas, amigas, mi pecho curaban me dieron calor.
Yo había vivido en oscuridad, sin saber de ti y tú me distes luz, alegría, la esperanza de un mundo mejor.
Y aquellas manos, calurosas, compañeras, me dieron la vida, me dieron amor.
Un día en la playa, me alzaron sus manos hacia un cielo azul; volé alto… alto… sentí que llovía, no, no era que llovía, era que lloraba de agradecimiento, amor y alegría.
Gracia amigo, que digo mejor, hermano.
Hoy vivo aquí, en Andalucía al lado del mar.
Y aun al pasar los años, recuerdo aquel día, que unas manos amigas me dieron la vida.
¡Gracias Andalucía!
Año 2014. Ya no vivo allí en Andalucía a lado del mar.
Estoy en una tierra que en invierno es oscura y fría.
Aquí también encontré manos amigas, cariñosos hermanos… pero, nunca, la alegría de Andalucía.
- Autor: "Gaviota" Romero (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 12 de febrero de 2014 a las 19:41
- Comentario del autor sobre el poema: ¿Por qué me llamo Gaviota? Mi vida siempre estuvo relacionada con el mar, que de niña mojaba mis pies, y me hacia feliz. Mi padre me enseño a amarlo y respetarlo. El mar nunca está solo, siempre lo acompaña una gaviota. Siempre estuve vinculada fuertemente al mar
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 74
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