Viaje del hombre hacia el amor
Debe dormir, mi corazón debe dormir,
no se defiende sin sol la madrugada,
no vuelve el ruiseñor a su jardín,
no tiene la oración cartas marcadas.
Y en esta soledad entre los dos,
en este corredor de marejadas,
apenas oigo ya la vieja voz
con que te dije amar y oí que me amas.
Déjame ir, déjame errar, déjame entrar
al país de un confín sin más mirada,
que el cielo se haga polvo al sonreír
con sus estrellas en mis dientes y en mis alas.
Yo a solas lloraré, quise besarte,
yo a solas dormiré, tú a solas callas,
sé que hay un lagrimón en tus castillos,
en el mío una arena ya mojada,
el mar la barrerá sin otro sueño
que un agua en que dormir, ya sepultada.
Mi corazón es un olear que ha de partir,
en alta mar nos vemos, o en la nada.
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13 02 14
- Autor: Óscar Pérez (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 13 de febrero de 2014 a las 19:04
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 66
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