Extraña, férrea, oscura, existencia:
creemos ser dueños del mundo constante
cuando somos moneda errante
que abandonamos todo a una creencia.
¿Fallaban, acaso, los griegos
cuando en la pira nos adornaban
los pétreos ojos y nos daban
con eso largo camino sin riesgos?
Amigo, fallaban en efecto,
excelentes sabios del tiempo,
que creían del cuerpo un templo
y que eran de talento selecto.
Somos piezas de ajedrez,
de la vida y la muerte.
Somos un eterno juego,
todos a la misma rápida vez.
El patrón, el enfermo y el dichoso,
el religioso, el moroso y el profano,
todos títeres de mano en mano,
inconscientes de la injusticia y el acoso.
Y así, saboreamos la muerta vida
Y la viva muerte
cuando las horas inertes, lentas,
suenan en la tenaz existencia árida.
- Autor: Flores-en-la-nieve (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 13 de febrero de 2014 a las 19:33
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 120
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa
Comentarios2
Me gustó amigo mío
bambam
Me place en gran modo que le guste, amigo poeta bambam.
Un cordial saludo.
Maria José.
Muy grata la lectura de tu genial poema compatriota y sevillana Flores en la nieve
Saludos de Críspulo
No tan grata como su siempre agradecida visita.
Saludos cordiales, amigo poeta.
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