Te odio,
te odio con el odio más puro que puede existir,
no me importa,
no me importa ni me interesa lo que vayas a sufrir,
huye,
huye cuervo maldito que hay errores que no se pueden corregir.
Es tu turno,
Es el turno de que sepas asumir los errores,
llora,
llora porque la equivocación te causará terrores,
aguanta,
aguanta porque como ayer dañaste hoy aceptarás los temores.
Algún día,
algún día sabrás lo que tenías y lo perdiste,
siente,
siente mi indiferencia con la mirada fulminante,
asume,
asume que no hay salida y ya te condenaste.
Y si en el último minuto airoso de bondad
mientras el viento sopla suplicando piedad,
llegas tú a ponerte en mi lugar
y te das cuenta que ya no puedo amar,
no te aflijas, pues de tu suerte
no queda mucha: vivirás con indicios de muerte.
- Autor: Eduardo Rangel (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 13 de febrero de 2014 a las 19:40
- Comentario del autor sobre el poema: Etapas de tristeza.
- Categoría: Triste
- Lecturas: 77
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa, santos castro checa, eclipsada
Comentarios2
Muy grata la lectura de tu genial poema amigo Eduardo Rangel
Saludos de Críspulo
Muchas gracias amigo, siempre es regocijo tenerlo de lector, saludos.
Duras metàforas, compañero Eduardo, cuando se llega a sentir ¡tanto dolor!, ya no se puede definir, lo que es el odio, o lo que es el amor.
Rudavall
Asi es amigo Santos, uno ya no sabe que es lo que siente en verdad pero debe de seguir adelante.
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