Tembloroso,
escucho los cantos de miles de prosas
que quedaron encerradas en el desvarió;
algunas ríen, pues creen
que existen mejores que ellas
y que sirvieron de inspiración
para una gran poesía;
otras lloran, pues les hubiera
gustado que el mundo las conociera
y quizás encontrarles alguna belleza;
mientras aquellas muchas otras
ni se inmutan
pues saben que siempre serán
lo que nacieron para ser:
odas acerca de musas místicas
que embellecieron el corazón
de algún pobre y triste trovador....
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Autor:
Gerar (Seudónimo) ( Offline)
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Publicado:
14 de febrero de 2014 a las 04:01
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas:
68
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa
Comentarios1
Muy grata la lectura de tus geniales letras amigo Gerar
Saludos de afecto y amistad
Críspulo el Hombre de la Rosa
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