Tardes ardientes de fuego que encendían nuestros cuerpos,
dedos que acariciaban como llamas en la piel.
Calor que inunda con ternura nuestro amor,
cuando incansablemente demostramos el deseo,
que arde en nuestros cuerpos.
En la piel llevo el recuerdo de tu respiración,
tus deseos de poseerme y mis suplicas de que tomes,
algo más que mis labios y la piel.
Mi cuerpo te quería, mi cuerpo te deseaba y mi boca
te pedía, que saciaras mis deseos.
Aún recuerdo esas tardes, cuando con pasión
me amabas, disfrutando con locura…
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Autor:
Dyanira G. (Seudónimo) (
Offline) - Publicado: 14 de febrero de 2014 a las 15:03
- Categoría: Amor
- Lecturas: 53
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa
Offline)
Comentarios3
Hermosa y gratificante ha sido la lectura de tus bellas letras amiga Dyanira
Saludos de Críspulo
ave maria, sin duda letras cargadas de pasión, me dieron ganas de recordar!
Así es, que recuerdos no... saludos
"Los buenos recuerdos edifican..
los malos enseñan..
y son del caminar por este mundo..
¡nuestras huellas!"
Que tengas un feliz domingo..
Un saludo fraterno desde Paraguay..
Raúl Daniel
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