Detesta las mañanas radiantes y las tardes de sol. Ama la noche espesa. La luz le impone mostrar su alma huérfana. En las madrugadas se percibe soberana, sólo ella se corteja. El espejo vespertino muestra sus llagas. Siente que el resplandor nocturno la impulsa a una vida de vampiros dichosos, una vida en la que perdurará hasta el momento en que ella lo decida. Pero sabe que si la arrollan el sol hiriente y el día que quita los velos de su esfera más íntima puede clavarse una estaca y entregarse como todos los mortales.
- Autor: Meri (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 15 de febrero de 2014 a las 11:38
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 56
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa
Comentarios3
Bellas letras de la noche y el día que están opuestos pero que estan destinadas a seguir persiguiéndose eternamente
Un abrazo desde Perú
Eugenio
Gracias por tus palabras, Eugenio.Viví un tirempo en Lima,amo tu país. Que estés muy bien.
Un abrazo,
Meri.-
Uno puede esconderse de todo y de todos.. hasta del sol.. pero no de uno mismo..
Me gustó tu escrito.. Es muy profundo..
Un saludo desde Paraguay..
Raúl Daniel
Pienso como vos, las alternativas siempre son múltiples, además contamos con la licencia de la poesía, del pensamiento mágico =)
Gracias por escribirme.
Un beso,
Meri.-
De día y de noche de mañana o tarde, siempre es bello pasar por tus letras amiga María...
Saludos de tu amigo Críspulo
Qué agradables son siempre tus comentarios, Críspulo. Te deseo una súper noche de sábado y un domingo feliz =)
Un abrazo,
Meri.-
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