ME ALUMBRARÁS CUANDO ME VAYA,
LUCIÉRNAGA INMACULADA,
OIRÁS, MIS PLEGARIAS,
CUANDO LLEGUE LA HORA DE MI PARTIDA.
ERES LA LUZ QUE NECESITA MI ALMA,
JAMÁS IMAGINE, TENERTE JUNTO A MÍ,
ESPERARÉ TU LUZ HASTA MI FINAL,
Y VOLVERÉ A RENACER GRACIAS A TI.
POR QUE TÚ ERAS LA SEÑALADA,
LA QUE NECESITABA, LA QUE ESPERABA,
LA FLOR DE MI OSCURO DESIERTO,
LA QUE ME SALVÓ DEL DESTIERRO.
ME ATARÉ DE TUS ALAS,
PARA QUE EL DÍA DE MI MUERTE,
NO SIENTA DOLOR ALGUNO
Y NINGÚN MAL PENSAMIENTO.
YO QUE ESTABA EN EL LIMBO,
TÚ FUISTE REFUGIO Y CARIÑO,
Y ME ENSEÑASTE EL OPTIMISMO,
SER FELIZ CON UNO MISMO.
- Autor: alexis hernandez ( Offline)
- Publicado: 15 de febrero de 2014 a las 21:37
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 58
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa
Comentarios2
Ayyyy!!! que belleza de letras, linda Luciérnaga que te inspira y motiva tan lindos versos.
Y es que la Luz de tu musa arrebuja tus tiernos latidos.
Te felicito.
Una gratificante satisfación leer atentamente tus hermosas letras amigo Alexis Hernandez...
Un saludo de amistad de tu amigo Críspulo...
Feliz domingo...
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