Son tan pocas las caricias
y tan largas las despedidas,
que cuando esta conmigo
el tiempo con su látigo
castiga el ritmo de vida,
abofetea mi cara sus manecillas,
y es que el éxtasis de su amor
cautiva la entrega del himno,
con la patria de su cuerpo
tierra fértil donde crezco.
Son tan pocas las caricias
y tan largas las despedidas,
que cuando la estoy esperando
el tiempo tan ruin desespera
la impaciencia por salir por ella,
y es que su presencia es el motor
que da suspiros al pobre corazón,
en miradas que me reflejo y germina
creciendo dentro la semilla del amor
y es el tiempo un ruin depredador.
OSCAR VERA
- Autor: oscar vera ( Offline)
- Publicado: 16 de febrero de 2014 a las 03:24
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 306
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.