La extensión de la carta
-una carta de amor-
es ese vacío con que las ausencias
nos impulsan a escribir versecillos;
a veces un montón de simplezas,
u otros rompecabezas de razones y sinrazón.
He ahí el corazón de ciertas metáforas.
La carta es blanca en esa obscuridad presente, gravitando
sin los símbolos, sin los miedos
garabateados de otras ansias desembocadas en angustia.
Así es el verso, prisionero de tanta manía de querer escribirte algo,
tal vez, un poemilla tonto y torpe porque aún te amo.
- Autor: Roberto Pomares (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 16 de febrero de 2014 a las 16:10
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 32
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