Habitual.

Afelío

No se cansa nunca el mundo de girar oblicuo y en mismo sistema al sol, principio a fulgor y espera infinita de un tiempo mejor, siempre el mismo umbral de soledad para cada cual, siempre el mismo terror de la guerra aquí y allá, pasión centrifuga en un no pasa nada, es cierto, nada cambia es lo mismo cada mañana, montes de piedra en entraña, un corazón roto y su dueña lejana, díafana epístola a interna morada que inunde el otoño de flores y estelas, el terror que cusa un pequeño ruido estando a solas, si perdidas vuelan balas sin alas, tienes el infierno bajo tus suelas, la dicción de mi etopeya en el cancel de la merienda, frio entre hiel, pálido instaurado en su enmienda de hacer sufrir a todo aquel que se esconda, una dura mustra de las garras inmundas que van rasgando la integridad, Sor claridad no se debe ocultar el llanto en este estado de ruindad, por caridad la delta descongestiona el putrefacto litoral y en gesto de humildad los astros duermen su encantadora felicidad.

 

Para no hacerte más mal, para aguardar tu paroxismo interior.

  • Autor: Afelío Shagun (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 19 de febrero de 2014 a las 15:28
  • Categoría: Sin clasificar
  • Lecturas: 47
  • Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa
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Comentarios2

  • El Hombre de la Rosa

    Un gratificante placer leer tus hermosas letras amigo Afelio
    Saludos de afecto y amistad de Críspulo

    • Afelío

      Saludos Sr. Críspulo, un gusto contar con su lectura.
      Saludos Afelío.

    • esthelarez

      SUCESOS… SIN FIN

      Cada vez el mundo en su girar igual…
      paradójicamente un nuevo amanecer
      alumbra el horizonte diferente al de ayer.
      .
      Cuando llega la noche, la luna es coquetona,
      y las estrellas vibran con poco o más fulgor.
      El viento estremece la urbe en la ciudad
      con un canto de campo que es mágico en su andar.

      En un atardecer, la mar besa en el cielo un colorido ropaje,
      las alondras cantan, las serpientes ondean.
      Por el terreno rocoso un poco de humedad
      para que el musgo vierta un poco de verdor.
      .
      Las riberas no se unen y el caudal seduce
      mis oídos atentos y el agua entre mis dedos
      se escapa sin licencia para asombrarme más…
      E interminablemente...
      llega cada día con aventura infinita
      y lo mismo en la noche veo un misterio en flor
      y mientras pasa el día un millón de sucesos
      desafían mi mente de imaginación febril…

      .
      Saludos fraternos


      .

      • Afelío

        Hermoso comentario, esthelarez, un gusto compartir con usted la poesía, un saludo , gracias por su tiempo.
        Afelío.

        • esthelarez

          🙂
          me gustó tanto mi comentario que lo publiqué como mi primer poema individual de este año.
          un gusto leerte
          .
          🙂



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