¿Amaneció hoy tu mente de mudo gris teñida?
¿Ensombreció al espejo tu rostro macilento?
¿Tu corazón se abate y es su latido lento?
¿Anochece tu alma? ¿Sientes turbia tu vida?
Es la melancolía, la tristeza dormida
que a deshora despierta y emponzoña tu aliento.
Es la hora del suspiro y del llanto el momento.
Es que un negro peñasco te arrastra en su caída.
Pero tu mano aún puede agarrarse nervuda
a esos verdes arbustos ‒personas que te estiman‒
que fornidos jalonan tu existencial ladera
y que, siempre dispuestos a prestarte su ayuda,
permitirán de nuevo que tus pasos impriman
ascendentes tus huellas hacia Tu Primavera.
Y si volviera
el tenebroso espectro de la funesta danza,
empuña, no lo dudes, tu arma: ¡la Esperanza!
- Autor: Alberto Moll (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 21 de febrero de 2014 a las 21:04
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 88
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa, santos castro checa
Comentarios4
Me gustó mucho tu poema. ! Espero leerte más. Un abrazo.
Muchas gracias por tu amable comentario.
Aunque por circunstancias personales no puedo entrar a menudo por estas páginas, hoy también he leído un poema tuyo que me ha encantado.
Abrazos.
Muy grata la lectura de tu soneto estimado amigo Alberto
Saludos de Críspulo
Agradecido como siempre por tu amabilidad.
Saludos cordiales.
Alberto
Profundo y de mi agrado este soneto con estrambrote.
Saluditos de
Carmen.
Me alegro y es un honor para mí que te haya gustado. Yo, sin embargo no me quedé del todo satisfecho con los dos tercetos, y es posible que algún día en que me sienta "inspirado" intente cambiarlos.
De todas formas, muchas gracias.
Saludos cordiales.
De todas formas, a mi, me parecen perfectos. Hasta el momento, yo, presente me siento incapaz de componer un soneto sencillito.
Saluditos de
Carmen.
Me satisface comtemplar tu profunda inspiraciòn, compañero Alberto.
Un abrazo, amigo, te deseo mucha suerte.
Rudavall
Te agradezco sinceramente tus elogiosos comentarios.
Por circunstancias personales no puedo entrar muy a menudo a leer todo lo que los compañeros publicáis. Pero, aunque sea de tarde en tarde, seguiremos "leyéndonos".
Gracias y abrazos.
Alberto
Nunca es tarde, amigo mio, la intención es sana, y valedera. Peor es el olvido...de un amigo...
Rudavall
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