Sobre los pies descalzos,
sobre un irónico sustrato entintado de sangre,
cosecharemos cimas en cada propio encuentro;
y esas cúspide donde nos besa el rayo,
donde nos acaricia el tiempo,
serán alzados los griales,
para otorgarnos un prefacio de amor eterno.
No basta con latir a fuego el corazón,
en auroras de presunción…
y en esas góndolas coronas que todo viaja.
No basta con el sufrir ennegrecido,
con imperar sobre los miedos,
o alfilerera al corazón en los estribos.
Lugar de negra augura… y todo es tan símil como fugarse a un sueño astral por las gritas de una cabina. Sería todo más feliz si aquí mi lado estuvieses concubina, pero no dudo sonreír, ni mucho menos maldecir a la infortuna vida que me premia y me margina. Porque no es fácil despertar sobre ateneos de mandíbulas, que entre caninos y molares trafican su propio marfil. Y aquí clavado en tierra como una estaca para la crucifixión, dando la espalda a todo infierno y con la mente más segura... ¡Es necesario morir!
- Autor: Martinez Deschamps (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 22 de febrero de 2014 a las 02:02
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 62
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa, cristhianfonseca
Comentarios2
Primo este poema es especial, recuerdelo siempre !! me gusto bastante !! Tas mejor dicho ajjajaja
Muy hermosa la lectura de tu gran poema estimado señor y poeta Gustavo
Saludos de Críspulo
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