El ascensor, como un ser desesperado
recorre su hueco
el mundo que conoce
espiando en cada agujero
buscando en la angustiosa
ausencia de cada nivel.
El zumbido rumoroso de su paso
en armonía con el silencio
se pauta con los chasquidos de los relés.
Por fin, en vertiginoso descuelgue
se dirige al bajo...
un breve silencio
las puertas laten, palpitan
se golpean, en sucesivos cierres.
El largo silencio me abruma
nuevamente, el rumor sube
como una inevitable sensación
por mi cuello asciende un dolor que oprime.
El ascensor, se detiene en mi nivel
se para
sin su rumor, el silencio se espesa
cargando mis hombros
no resisto más y voy a la puerta
abro y no encuentro a nadie.
Regreso a mi lugar
y por detrás
el ascensor zumba aburrido
hacia el último piso.
- Autor: Esteban Couceyro (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 22 de febrero de 2014 a las 10:34
- Categoría: Fantástico
- Lecturas: 1233
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa, santos castro checa
Comentarios3
Probablemente uno de los pocos, si no el único poema sobre el ascensor.
Me gusta más que la mayoría de los poemas de amor, que me aburren sobremanera con su creencia en la eternidad.
Mucho más constante y más cercano a lo eterno es este ascensor.
Felicitaciones desde Alemania,
Carlos
Estimado Carlos, supongo que no hay mayor eternidad, que el último instante, ya sea de la vida o de ese bocado tan exquisito que nos regalamos. Aún recuerdo ese primer beso eterno, que diera aún niño.
Pero ahora, ya casi eterno, observo distintos modos de amar, amar el espanto, el hastío, las cosas (el ascensor) que nos rodea como una piel mas extensa, de nosotros mismos.
Muy amena la lectura de tus letras amigo Esteban
Saludos y amistad de Críspulo
El Hombre de la Rosa
Gracias, por tus conceptos, especialmente por considerarme tu amigo, que es un título de rara factura, por estos días.
Saludos
Complacido por la esplèndidez de tus versos y tu esplendorosa imaginaciòn digna de alabar, estimado compañero, Esteban.
Rudavall
Gracias por tu comentario, uno escribe sobre el mismo futuro, pintado de blanco, negras letras que eternizan un presente que se repetirá cada vez que se lea.
El misterio es, el por qué...
Saludos
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.