Todavía siento el aliento
que brotaba de tu garganta
y que calentaba mi cuello.
Tus manos tímidas y temblorosas
que recorrian mi cuerpo
para quedarse en mí pecho.
El delicioso manjar que probé
de tu vientre y el sudor
que corría por tu espalda
y bajaba por tu columna vertebral.
Tu corazón exaltado y tú
cuerpo excitado por la experiencia
vivida quizás por primera vez.
Fue cuando la luz se apago
y la oscuridad nos abrazo
para que al sonido de un gemido
nuestros cuerpos se unieran
y fuéramos uno... ya no dos.
- Autor: Selin (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 23 de febrero de 2014 a las 22:27
- Categoría: Erótico
- Lecturas: 53
- Usuarios favoritos de este poema: Ayelén, santiago calderon, El Hombre de la Rosa
Comentarios1
Muy hermosa la lectura de tu genial poema amigo Selin
Saludos de Críspulo
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