A media tarde
de un día florido de mayo
sobre tus brazos,
sin quererlo yo,
sufrí un desmayo;
la luz dejó mis ojos
sin vivacidad,
el aire denso pesó
sobre la gris ciudad…
O fue el calor
tan duro y sofocante
que me hizo desvanecer
en ese mismo instante,
entonces anhelé
el frío de invierno
porque sentí que estaba
en el ardiente infierno,
busqué el aire fresco
que ligero se propaga
al sacarme del pecho
la punzante daga.
Cuando por fin
el aliento recobré,
con los pasos firmes
solo caminé
como si el suelo
fuera sólido y recto,
la vida enmarcada
con un trazo perfecto.
Porque mi cuerpo
se fusiona con la razón,
el alma romántica
con mi corazón;
con la luz de la tarde
casi muerta
la inspiración en mi ser
se despierta…
La forma real
de un poema irrumpe
cuando mi sueño loco
se interrumpe.
no soy más que un ente
que vive y piensa
sobre la eternidad
que ya comienza.
Un ser que se conmueve
con tu adorable risa,
que se va consumiendo
cada vez más aprisa.
soy un joven
que siente, ríe y sueña…
porque sólo anhela
que tú seas mi dueña.
José Bernardo Romero Núñez
BERNA
- Autor: JOSEBERNA100 ( Offline)
- Publicado: 24 de febrero de 2014 a las 13:19
- Comentario del autor sobre el poema: QUIERO DARTE UN ABRAZO, TAMBIÉN MI CORAZÓN, DORMIR EN TU REGAZO Y MORIRME DE PASIÓN...
- Categoría: Amor
- Lecturas: 122
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa
Comentarios1
Muy grata y amena ha sido la lectura de tu poema amigo Joseberna100
Saludos y amistad
Críspulo el de la Rosa
GRACIAS AMIGO, YA TE ESTRAÑABA, SALUDOS
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