¡Madre mía que andás en la tierra!
Y lejos de lo sacro te hacés más mujer.
Tu nombre de vulgo; encarnación de lo común
Ornamenta tu frondoso templo de fértil orgullo.
Voluntad de yugo voluntad de comandante
Tu palabra imperante es dócil o es ley.
Del pan alejás el hambre
Al hambre acercás al pan
Y el perdón es selectivo; rogaremos misericordia.
El mal sobre su cuerpo no existe
Desde el principio su aparición fue milagro
Sobre sus pechos han caído –y caerán- miles de enemigos
La salvación yace en su boca y entre sus piernas.
Abraza lo oscuro con su tierna humanidad
Es tentación aleja la tentación
Y que me parta un rayo por idólatra:
LA AMO
- Autor: Metalpick (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 25 de febrero de 2014 a las 19:21
- Categoría: Amor
- Lecturas: 52
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa
Comentarios1
Una belleza tu poema de amor amigo Metalpick
Saludos y amistad
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