El padre se colgó, ella también lo hizo; se colgaron. Ninguno lo soportó. Sangre inocente se vertió sobre su vino de celebración, y tú que eres el autor intelectual, el perpetrador, el asesino; sonríes y predicas la palabra de Dios. Que cinismo que estupor recorre mi corazón al verte. ¡Vomitaré tu rostro! Lo escupiré, lo patearé y aun haciéndolo no amainaré la ira que surge por ti. ¿Debo matarte? No, creo que no debo hacerlo. Tú me suplicarás piedad, es claro, de seguro lo harás. Pero ¿tú la escuchaste cuando ella te suplico a ti? ¿Te debo escuchar? Claro que no, debo hacerlo. Que injusto es, ¡me he de rebajar a tu nivel! Lo injusto es no matarte, eso seria una pena. Doble moral, beberé de los dos altares, si eso haré. Te mataré y pediré perdón después, así hiciste tu y mira que feliz estás, te mataré, no grites que es peor, ¡no corras! Por que yo también lo haré. Te alcanzaré, yo amigo mío, yo te mataré.
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Autor:
Moreno Garcia (Seudónimo) (
Offline) - Publicado: 28 de febrero de 2014 a las 01:25
- Categoría: Triste
- Lecturas: 30
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa, santos castro checa
Offline)
Comentarios3
Excelente, muy buena cicatriz.
!interesante! no me es familiar ese termino "cicatriz" ¿que significa?
Una tragica historia en bella prosa amigo Jesús Moreno
Saludos y amistad
!Muchas Gracias! es grato recibir un comentario tan positivo, y viniendo de la voz de la experiencia aun mas grato todavia.
Fuerte, profundo, con mucha energía.
Una historia triste donde la venganza triunfa.
Me ha gustado en su integridad.
Un fuerte abrazo.
Kavi
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