No quise abandonarte porque no abandonaría ese impulso
hacia tu ser.
Me enseñaste la prudencia cuando buscaba la euforia.
Te enseñé la revolución cuando buscabas la calma.
Mano dulce, corazón, boca sensible,
busco esa tímida sonrisa de fuego que logró conmoverme.
Ojos de luna llena y romance.
Permanece el sol, el calor, el mar,
y a veces, la memoria.
- Autor: jose teresa ( Offline)
- Publicado: 28 de febrero de 2014 a las 22:46
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 66
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa
Comentarios2
busco esa tímida sonrisa de fuego que logró conmoverme.
Una sonrisa de fuego, sería una sonrisa con picardía...jeje
Muy grata la lectura de tus preciadas letras amigo José
Saludos y amistad
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