Al verte eras la reencarnación de Afrodita,
Pero al escucharte eres igual que Ña-Catita.
Tu sonrisa encantaba
Pero tu actitud espantaba.
Todos sentían odio y atracción al verla;
La atracción era la capa que cubría el centro del odio.
Yo solía decir: ¡Que hermosa eres!
Pero al conocerte ahora yo digo: ¡Que hermosa eras!
- Autor: Socris Ramos (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 2 de marzo de 2014 a las 01:30
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 59
- Usuarios favoritos de este poema: Damian Santarossa, El Hombre de la Rosa
Comentarios1
Una belleza tu poema amiga Gab_13
Saludos
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