Los hijos del amor

bonifacio

Después de quince años  como así también quince viajes de placer juntos por el mundo Max y Elisa decidieron casarse para tener hijos.Este tema el de los hijos era recurrente en ellos desde el día en que se conocieron .Máx después de haber sido presentados ese día en tono de broma le preguntó a Elisa si ella tendría un hijo con el  y ella como una exhalación de rápida le respondió que por ningún motivo,que ni se le ocurriera pensar en tamaña tontera. Está bien no te agites le dijo Max era solo una broma.Esas bromas son de mal gusto le dijo ella. Y los dos irrumpieron en dos espontáneas carcajadas.

Max siempre estuvo por la idea de tenerlos a la brevedad y Elisa se negaba rotundamente a aceptarlos. Ella por supuesto tenía sus buenas razones para estar en esa posición tan negativa. Sus abuelos habían perdido a todos sus hijos en la última guerra. Su padre también había muerto en acción pero antes  se había dado el lujo de dejar embarazada a mi madre que para Elisa fue siempre como una viuda negra. Ella lo amaba.Como Elisa ama a Max. Entonces a ella que había sido huérfana de papá desde su nacimiento provocándole un severo trauma en el  hipotálamo ,nadie le haría dudar de su posición acerca de tenerlos o no tenerlos. Para ella estaba clarísimo y no ib  tenerlos jamás .Aunque Max se lo pidiese .El hombre que ella amaba.

 

 

 

 

Pero en su último viaje cambiaron las cosas radicalmente cuando estando al interior de una aldea africana vieron y escucharon a unos negritos desnutridos y cadavéricos que le cantaban salmos a la vida. Ellos en su condición infrahumana en que vivían aún les sobraba fuerza y ánimo para cantarle al universo. Este hecho tan sencillo como maravilloso conmovió profundamente a Elisa que logró comprender que nosotros somos solo unos instrumentos de Dios y venimos al mundo a dar. Y a los que más les damos son los hijos. Debe ser una experiencia divina meditó y en su razonamiento se produjo un cambio que se vio reflejado en ese momento en su rostro claramente.

 

 

.-¿Pareciera que quieres tener hijos amor? le preguntó Max

 

 

.-Si mi amor ,me dieron muchas ganas.

 

 

.-¿Y en que topamos?

 

 

 

 

Los padres de Max estaban contentísimos con la decisión de los eternos novios de casarse y tener hijos. Ellos nunca habían comprendido porque después de quince largos años recién se habían convencido de tenerlos. Ellos lo único que querían en esta etapa la vida era ser abuelos y soñaban con tener nietos.Su nido hace un tiempo ya que estaba vacío y su sangre ya se les había entibiado. Lo compartirían ciertamente con la madre de Elisa pero a todos les daría una nueva razón para vivir. En una reunión de ambas  familias,la viuda y los padres y hermanos de Max se fijó la fecha para la boda para cinco meses más. Las perdices estaban deliciosas ese noche Todos estaban felices con este magno acontecimiento que se veía venir como un carnaval en la primavera.

 

 

 

 

 

.-Amor sabes una cosa ,ya late una vida en mí. No sabes lo feliz que soy en este momento. Hoy fui al doctor y me confirmó mi embarazo de tres meses.

Estoy impresionada con sus lejanos latidos amor, ya los escucho claramente y llegan hasta el ruido imperceptible de unos dormilones bostezos. Yo se que me dirás que eso no puede ser amor ,por lo pequeñito del feto ,pero yo como madre te lo digo, tengo una total comunión con esta criatura.

 

.-Amor.mes haces ponerme tan contento al oírte decir esas cosas maravillosas que te pasan con nuestro bebé que te comería a besos y te haría el amor ahora mismo.

 

 

.-¿Y hay algo que te lo impide?

 

 

.-Ummmmmm,me parece que no jajajjajajaja.

 

 

 

 

 

 

 

.-El sábado finalmente amor ,nos casamos. En que piensas?

 

.-En el sastre que tengo en Melipilla .Me quedó de tener el traje de novio para las tres de la tarde.

 

.-¿Pero si nos casamos a las cinco amor?

 

.-No te preocupes tengo tiempo de más.

 

 

 

 

 

 

 

Elisa ya no podía estar más radiante acompañada de sus padres , su alegría se les antojaba luz para todos los concurrentes. Max la había llamado para que estuviera tranquila que iba en camino. Le pidió que por favor se pusieran ellos bajo el portal de la nave consistorial y fueran saludando a los invitados para no provocar así aglomeraciones .El sastre dijo le había dejado el traje como para un príncipe y que ella no lo iba a reconocer cuando llegara. Luego de cortar Elisa pensó que amaba a Max por su visión optimista de la vida, tocó su incipiente barriga al mismo tiempo que repicaban unas campanas a lo lejos.

 

 

 

Y la sirena de una ambulancia también.

 

 

Viniendo de Melipilla.

 

 

 

Que inolvidables serían estos momentos pensaba Elisa. Si ,eso pensaba ella.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

  • Autor: Boni (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 2 de marzo de 2014 a las 14:35
  • Comentario del autor sobre el poema: Son solo cuentos ,nada más.Todo es ficticio
  • Categoría: Amor
  • Lecturas: 34
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