Si pensara igual a los demás,
con sus mismos ideales,
mis propias sombras
no estarían frente a mi,
cubriéndome del todo y de la nada.
Pero ahí están,
trémulas todas,
y las sombras de las sombras
se incorporan en mi cuerpo,
me inundan hasta el alma,
y abren mis venas
dejando esparcir todo el odio
de mi cuerpo,
librandole la tensión a mi alma.
Y acallando mis manos,
para que no hagan nada despiadado.
Y yo sigo aquí,
envuelto en sombras,
dejando huellas de odio.
- Autor: MAB015 (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 3 de marzo de 2014 a las 13:45
- Categoría: Triste
- Lecturas: 54
- Usuarios favoritos de este poema: santos castro checa
Comentarios1
Muy bueno poeta: sincero y directo.
Abrazos de fraterna amistad.
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