observando el amor de cerca

Observando el amor de cerca

Sin poder sentirlo;

Viendo los abrazos;

Y no ser capaz de dar uno.

Así vivo

En la amargura,

Sin felicidad;

Atrapado en un pensamiento.

Así se vive;

Encerrado en un recuerdo,

Prisionero del dolor.

Así se siente;

Un silencio

Sin amor.

Y cuando por fin lo conseguí;

Cuando por fin apareció alguien que me amaba,

Apareció también mi indiferencia;

Apareció mi furia contra lo bello

Y mi amargura se hizo más grande.

El dolor me hablaba entre susurros y me decía:

-tú no la amas, tú amas a otra persona-

Y mi mente lo creyó.

Por eso me lamento

E imploro al cielo me perdone

Por aquel error tan grave

Que fue hacerla sufrir.

No debí hacerlo,

Es una persona y mi dolor

No la debió haber tratado así.

Por eso lo siento;

Porque mi corazón está roto;

Y se siente vacío.

Porque pienso con la mente

En vez de con los sentimientos.

Por eso me duele recordarla;

Porque yo hice todo su dolor.

La hice sufrir;

E hice que todos notaran lo malo que soy;

Por eso me duele recordarla;

Porque estaba tan cerca del amor.

Estaba tan cerca del amor;

Estaba tan cerca que lo podía sentir;

Lo pude ver y sentir;

Lo abrace y lo tomé de la mano.

Empecé a vivir;

Empecé a sentir alegría;

Los recuerdos malos ya habían pasado;

La oscuridad, la tristeza,

El dolor y el llanto,

Quedaron atrás;

Y los demonios que me atormentaban

Volvieron al lugar de donde salieron.

Ya todo era luz y armonía;

Por fin dios había escuchado mis plegarias;

Por fin podía sentir el amor.

Pero di un paso mal

Y volvieron los demonios;

Esta vez con más rabia;

Matando el amor

Y llevándome al borde oscuro,

De donde había salido yo.

Me llevaron ahí

Y desde ese momento

Me he quedado ahí;

Sin moverme;

Sin luchar;

Porque los gritos son más fuertes que antes;

Porque el dolor es más abundante.

Porque duele ser miserable;

Duele ser infeliz;

¡Duele ser amargado!;

Puede no importar al inicio;

Pero con el tiempo estalla;

¡Con el tiempo se nota!

El tiempo no cura;

El tiempo abre la herida

Y el dolor llena la mente;

La amargura se apodera del corazón;

Y no queda más que sentir.

Varado en la oscuridad;

No queda más que pensar;

En el dolor;

Y la muerte.

Darío González Rodríguez