Estimados amigos de Poema del Alma: Debido a vicisitudes muy extensas de relatar me vi alejado de la página, hoy intento regresar, paulatinamente iré subiendo algunos poemas que ya publiqué, por lo que les pido paciencia, pues es por ahora todo lo que puedo hacer, gracias por vuestra comprensión.
Juancito Tavyrón[i]
Juancito, ojitos marrones
se fue para Buenos Aires
(tiene apenas quince años
y es hijo sólo de madre).
Por las calles de Asunción
él solía vender Diarios,
¿por qué será que se fue?,
¿conseguirá allá buen salario... ?
Él no conoció papá,
muy chiquito lo dejó
(además eran muy pobres)
¡La pucha que lo tiró...!
Juancito llegó a Retiro
y su asombro era muy grande,
allí lo esperaba un tío
medio-hermano de su madre.
Muy pronto el trabajo hizo
que el “no-pensar” practicara;
cientos de miles de platos,
tenedores y cuchara,
cacerolas y sartenes,
pisos y baños lavaba
de un mediocre restaurante
donde su tío lo “enganchara”.
Juancito tenía un sueño,
el que a nadie le contaba,
(soñaba con ser el dueño
de un sitio, con una casa).
Él quería que su madre,
que lava que te lava estaba
todo el día para sólo
medrar en una covacha,
algún día y por sus manos
(que ahora la extrañaban)
parara de sufrir un poco,
y para eso trabajaba.
Muy pronto aprendió a servir
por las mesas y en la barra,
el patrón lo hizo salir
y como mozo se hallaba;
ya tenía diecinueve,
y la propina aumentaba,
la confianza del patrón
(y el ahorro que guardaba).
Fue un domingo por la tarde
en que no había casi nadie:
cuando ella entró se pararon
las moléculas del aire...
en su cabello rizado
se le enredaban las luces...
y a los ojos lo miró
con sus centellas azules...
Y Juancito tambaleó...
se le volvió piso el cielo,
balbuceó... se puso rojo...
¡la pucha que lo tiró...!
La muchacha era porteña
(una niña muy hermosa),
pero “nena de papá”,
de esas que son caprichosas...
Y le gustó el “morenito”
que tanto halago le hizo,
lo dejó que la adulara,
lo usó de trapo de piso...
Cinco meses y dos semanas
fue lo que le duró la plata,
cuando él comprendió el error
ya había metido la pata.
Mamá sigue en Asunción
meta lava que te lava,
y Juancito (el tavyrón),
plagueándose[ii] en Buenos Aires...
¡La pucha que lo tiró...!
[i] Tonto (guaraní)
[ii] Quejándose, renegando.
- Autor: Raúl Daniel (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 7 de marzo de 2014 a las 01:15
- Comentario del autor sobre el poema: Es ficción.. pero hay tantos parecidos..
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 45
- Usuarios favoritos de este poema: kavanarudén
Comentarios5
Magnifico amigo su poema, siempre un gran mensaje en sus lineas
Es magnifica la lectura de sus escritos amigo
Saludos de amistad
Y sí, el mensaje es que no hay que ser bobo con las mujeres, porque te pueden quitar hasta los sueños..
Gracias por estar en mis letras.. te aprecio mucho..
Un gran abrazo fraterno..
Raúl Daniel
muy bueno y gracioso ese poema mi amigo Raul, lo disfrute de principio a fin un abrazo
Sí, es una sátira, porque aunque hace reír en realidad es un drama lo que el personaje vive.. ¡y hay muchos con historias parecidas en la realidad!
Un abrazo..
R_D
Bonita y simpática historia costumbrista muy bien narrada y con gracejo. Un melodrama con moraleja.
Saludos,
Tú análisis resulta perfecto, y me das a entender la profundidad del escrito, por qué yo solamente pinté un resumen de varias historias parecidas que se dan por esta parte del globo..
Y la moraleja sería: "¡Cuídate de las mujeres, que te pueden hasta quitar los sueños!"
¡Gracias por tu comentario que valoro sobremanera!
Un abrazo de hermano..
Raúl Daniel
Hermoso verso con una gran ensenanza.
Me ha gustado mucho. Me entristeció la situación de Juancito y sobre todo el engano en el cual cayó. Esperemos haya aprendido al lección y comience de nuevo a trabajar su sueño ahora más adulto y real.
Un gusto leerte amigo.
Un fuerte abrazo y mil bendiciones.
Kavi
Hermano querido, gracias por tu tan concienzudo comentario, y, ¿sabes?, este Juancito en realidad es un personaje ficticio, pero hay una infinidad de estas historias muy parecidas aunque con otros nombres, de muchos paraguayos que van a Argentina (desde hace muchos años) en busca de cumplir sus sueños, y algunos los realizan pero a otros les pasa como al personaje de mi sátira, ¡qué son estafados de alguna manera! y alguien (casi siempre una mujer) se queda con el sacrificio de años de trabajo o sino se lo hacen despilfarrar como al personaje Juancito..
Un gran abrazo, mi amigo especial..
Raúl Daniel
🙂
Gracias Raul por tus palabras.
Un fuerte abrazo de sincera amistad mi querido amigo y confidente.
Kavi
Muy buena historía, amigo, la he disfrutado.
Saluditos y buen finde
Carmen
Gracias Carmen, me alegro que te gustara..
Qué Dios te bendiga mucho!!
Un fuerte abrazo..
Raúl Daniel
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