Las horas pasan, y sigo sentado mirando la ventana.
La lluvia cae y mis lágrimas, también.
Los días se hacen largos, tan largos como mi tristeza.
Y sigo esperando a que la lluvia cese.
Las manecillas del reloj avanzan, y yo me quedo quieto.
La lluvia cesa pero mis lágrimas aún siguen cayendo.
No es tristeza por alguien, es tristeza por mi mismo.
No son lágrimas de soledad, son lágrimas de frustración.
Los años están pasando, nadie viene, sigo solo en mi habitación.
Me acostumbré a ver la lluvia caer tras mi ventana.
En estos momentos agonizo y ella es mi única compañía; la soledad.
Y sólo ella me verá morir porque nadie vendrá a verme y todo, por un error cometido.
- Autor: Dreos ( Offline)
- Publicado: 7 de marzo de 2014 a las 21:36
- Comentario del autor sobre el poema: Disfruten la lectura.
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 57
Comentarios2
muy triste y hermoso poema, que no te invada la pena, siempre hay una luz que llegará. Felicidades DREOS
Siempre hay luz, tienes razón. Gracias por tu tiempo y tu comentarios, saludos.
Hermoso amigo.
Triste, pero dentro de su tristeza está toda su belleza y originalidad.
Un fuerte abrazo y mil bendiciones.
Kavi
Gracias por siempre pasar mi estimado Kavi. Abrazos y bendiciones para ti.
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