Don Hermenegildo Rosas Castañas,
no conforme con su nombre de pila,
quiso casarse con una tocaya
y hacer una hermenegildera bien fina.
Doña Hermenegilda muy molesta
no compartía la idea de su esposo,
quiso evitar a toda cuesta
ese asunto tan bochornoso.
Pero Hermenegildo se impuso
y causó en su familia los estragos
en un asunto tan confuso
donde todos eran tocayos.
Al primogénito le dieron
el de Hermenegildo José
Hermenegilda Encarnación
la segunda, fue.
El tercero por analogía
lo bautizaron igualito
Hermenegildo Elías
para ser más preciso.
Después tuvieron gemelos
una hembra y un varón
Hermenegilda consuelo
Y Hermenegildo Ramón.
Cuando pensaron un día
que todo por fin terminaba
el tallo de nuevo florecía
con esa huella tan marcada.
Pues con su cara sonreída
Hermenegildo José
llevó a su casa a su prometida
llamada Hermenegilda Inés.
Todo comenzará de nuevo
la película otra vez se estrena,
pronto levantará vuelo,
la nueva Hermenegildera.
Alejandro J. Díaz Valero
Derechos de Propiedad Intelectual Reservados
Bajo el Número 55620314
Maracaibo, Venezuela
- Autor: Diaz Valero Alejandro José ( Offline)
- Publicado: 10 de marzo de 2014 a las 17:33
- Categoría: Humor
- Lecturas: 22
- Usuarios favoritos de este poema: Amaida Bueras, claudia07, DELICADA ABRIL
Comentarios3
JAJAJA ME ARANCO UNA SONRISA!
MUY BUEN ESCRITO!
SALUDOS AMIGO!
Ocurrente y divertido, mi tristeza se ha ido y aparece una linda risa que no descuido.
Gracias amigo. Saludos.
Me agrada tu gracia al escribir. ¿Qué pasó con las poesías a las flores?
bambam desde Chihuahua
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