Cuando me miro en tus ojos, tan inmensos como el cielo,
Sé que tú eres el anhelo que me tiene hoy de hinojos;
Cuando siento con tus besos el deleite de los dioses,
Dulces labios tan precoces que a los míos tienen presos;
Cuando acaricio tu piel, alba, pura y virginal
Siento que ese ideal se ha transformado en miel,
Cuando escucho dulce voz, defendiendo la verdad,
Caprichos y vanidad con un ahínco feroz,
Siento ganas de abrazar con obsesión y ternura
A esa tan linda criatura que ya no puedo olvidar,
A esa tan linda mujer que me devolvió la vida,
Esa niña consentida dueña de todo mi ser…
- Autor: Raúl Gonzaga (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 11 de marzo de 2014 a las 08:43
- Comentario del autor sobre el poema: Versos de 16 sílabas, dos de ocho abba, redondillas; que expresan un amor tierno e ideal...
- Categoría: Amor
- Lecturas: 60
- Usuarios favoritos de este poema: la negra rodriguez
Comentarios3
Amar la sonrisa que vuela por los aires del espacio, esa inmensa luz brillante de unos ojos enamorados; amar esa suave prestancia con la que va esa belleza, dejar nuestra alma presa en este mundo de vagancia; amar el hecho de estar vivo, de disfrutar día a día de esa sana alegría con que se rodea al cautivo: si amar es nuestro escape, para soportar el laberinto, de rosa mi rincón yo pinto, me moriré por amor...
Que bonito poema Raúl para esa niña dueña de tus querencias.
besos.
Gracias, La Negra Rodríguez, gracias por tus atinados comentarios; saludos y un fuerte abrazo fraternal...
Sentimiento de amor que has pintado con versos tan tiernos y figuras de gran belleza
Un abrazo desde Perú
EUgenio
Jesbac, amigo Eugenio, gracias por tu analítico comentrio; saludos y un fuerte abrazo fraternal...
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