Su inexorable figura.

Del triste ojo

del nostálgico cuerpo

de mi desdichado ser,

veo caer la lluvia.

El aire es arenoso

y las palabras son quintales

y los sentimientos son hermosos

y tus ausencias son brutales.  

Sonríes y dices:

"Te harás poeta"

entre risas de inocencia

poco sabias, que así sería,

y que yo no pararía

hasta extirpar la púa

clavada en tu esencia.

Porque pienso:

¿Por qué pienso?

¡Porque pienso!

Porque pienso...

Tortura constante

sufrimiento y castigo,

ambos interminables.

al no estar contigo.  

Una vida de harapos

de pan duro y de peste,

eso es lo que tengo,

es así mi suerte.  

Y el mero hecho de pensar

(pensar, pensar, pensar)

en tus labios sedientos

y tu cansado mirar,

revive aquesta llama,

apagada tiempo ha

si no es así desde que nací...

de la que depende mi alma.