Besar su boca hasta quedar sin respiración.
Desearla a cada momento, llamarla con el pensamiento
y hacerle el amor, una y otra vez.
Disfrutar de su olor, de esa tenue sonrisa dibujada en su rostro.
Aprender a amarla, y contemplar su completa belleza
cada vez que el universo se torna obscuro,
cada vez que cierro los ojos y sueño.
Qué privilegio es poder llamarla y que acuda a mí,
sin berrinches de niña pequeña y sin lloriqueos de bebé.
Gozar en total plenitud de sus caricias.
Comentarios2
oh ..niño que poema tanbello
Gracias por pasar y por su bello comentario.
besos
la pasión que desborda en tus letras es maravilloso ,, una bella inspiración la que fluye de tus letras.
Muchas gracias por tu bello comentario, saludos.
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