EPISTOLA A UNA MADRE

elrincondeeloisa

Hace 4 años que te has ido. Cuantas veces me he sentado a rememorar los años  juntas, cerca, y aun lejos, y sigo dudando si lograste sentirte viva alguna vez, y si hice lo correcto para ayudarte a que fueras feliz. Tus últimos meses serán un misterio eterno para mi, y una eterna tristeza cuando pienso, recordando, que hubieron de coincidir,  nuestros nombres, como aquel 28 de Febrero que las dos elegimos para llegar  a la vida, y casi, nuestro adios eterno.  Fueron aquellos últimos tiempos,  desgraciados  momentos para mi, y para ti, y siento que quizás no fuí capaz de hacer por ti  lo necesario,  cuando, aquellos días que  mas arreciaba el frio,  meses antes de irte,  me visitabas cada tarde en aquella habitación del hospital donde me peleaba con el destino mientras intentaba ver por última vez la nieve a través de los cristales. No se si  tal vez venías para que olvidara la soledad de la despedida, quizás con la intención de ayudarme aun sin saber como hacerlo,  sin tener posibilidad de hacerlo, tal vez te sentabas en la dura butaca solo para asegurarte de aun seguía viva, o intentando que no se te escapara el tiempo para  decirme que me querías, si algo iba peor. No lo se. Nunca tuve fuerza para preguntarte, no encontré el momento,  ni me lo supiste decir, pero recuerdo como si nada bueno mas hubiera sucedido a partir de aquel día,  que tu tampoco eras capaz ni siquiera de cuidarte a si misma, y así llegó, agradeciendo que el verano nos permitiera robarle un trozo de sol, meses despues, aquel  8 de Octubre de 2005 en que fuiste de mi lado, de nuestro lado, del lado de muchos, sin poder despedirte, sin poder decir nada, sin vernos ni escuchar un "te quiero mama" o un "adios", sin que nadie  tomara tu mano en los momentos en que te alejabas de todo en aquella extraña sala de hospital

Muchísimos han sido los momentos que creí ser un poco culpable de algunas de tus muertes, de los malos momentos que pasaste por mi. Aunque tambien se, y eso me reconforta, que por un tiempo te sentias  feliz por mi, creyendo que al fin había encontrado un motivo por el que sonreir, alguien que estaría junto a mi, cuidándome; pensaste que esta extraña hija tuya, una de tus tantos  hijos, esta que te robó sin querer la celebración de tu cumpleaños, podía ser feliz.

Inocente madre que al menos tuviste la suerte de no ver mas desgracias ni desilusiones entre nosotros.

Hoy escribo para ti, pero tambien para mi. Te escribo para que sepas, que no desconozco tu presencia junto a mi cada momento de mis nuevos días, y  quiero que sepas, aunque intuyo que no es necesario, que no te hablo cada  noche para que no sepas de mi nada que pueda entristecerte,  que la vela blanca iluminando mi solitaria estancia en cada noche, en cada ensueño, está encendida para que puedas verme y no temas perderte cuando quieras sentarse juto a mi, y  porque quiero creer que quien me acompaña desde aquel momento, eres tu; la que me avisa cuando siento el cuerpo frio para que me cubra, la que me ayuda a darme cuenta de que cada mañana debo despertar, la que cada mañana al levantarme me recuerda que debo tener paciencia, seguir adelante y quererme en las circuntancias nuevas, en todas; la que me dice en la oscuridad, que nunca llegaré a estar sola. Quiero decirte tambien,  aun sabiendo que allí donde te encuentras te hallarás cerca de mis dos hermanos, de tus padres, y de tantos que te hacen compañía, que no estás sola cuando llegas hasta mi,  que en este lugar donde logré quedarme siempra habrá un rinconcito para ti y para ellos. Díselo. Y que escribo esta carta en verde porque era tu color, el color de la esperanza, el color del emblemático árbol que siempre dibujabas al acabar tus cartas para acompañar tus palabras cuando necesitabas escribirlas para que nadie sufriera escuchándolas, y el color de las flores que te  acompañaron el día de tu despedida.


Maite (Eloisa)

  • Autor: Eloisa (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 17 de enero de 2010 a las 10:19
  • Comentario del autor sobre el poema: Lo escribo porque si, porque hoy estuvo aquí.
  • Categoría: Espiritual
  • Lecturas: 930
  • Usuarios favoritos de este poema: Elo
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Comentarios +

Comentarios5

  • Edmée Cobo Giancáspero

    Eloisa

    Que maravillosa carta has escrito a tu madre, desnudando tu alma, con unos sentimientos profundos y bellos.
    Existe la vida espiritual, creo que también existe el destino, todo pasa porque tiene que pasar, para hacernos crecer como personas y así evolucionar, hay tanto misterio en el alma, pero creo en la reencarnación, creo que volvemos una y otra vez.
    Tu mamá ha leído esta carta y estará orgullosa de ti, se volverán a encontrar.

    Felicitaciones

    Cariños

  • elrincondeeloisa

    Sin palabras. Gracias

  • PoemasDeLaSu

    Bueno ésto y no ver lo que escribo, es lo mismo.
    Un beso enorme y que lindo es tener una máma así, porque sigue estando contigo.

    • elrincondeeloisa

      No te entiendo, pero gracias Su. Sin mas palabras.

      • PoemasDeLaSu

        No veo lo que escribo por que me hiciste llorar de la emoción, y la foto que elegiste ni hablar
        Bellísimo poema

      • ivan semilla

        BELLISIMA CARTA A TU MADRE
        TE FELICITO
        ABRAZO CALIDO

        • elrincondeeloisa

          Muchas gracias por tu valoracion ivan y encantada de vete por esta comunidad. Mis mejores deseos.

        • Elo

          Mi querida Eloisa, que bella carta a tu madre, me ha conmovido mucho, y me ha invitado a disfrutar aún más a la mía ahorita que la tengo conmigo y la tuya vive en tí, no te abandonará...

          Felicitaciones gran poema.
          Un beso.

          • elrincondeeloisa

            MUCHAS GRACIAS ELO por apoyar mis poemas o relatos como este. Nunca olvides que puede haber disputas, faltas de entendimiento, miles de cosas molestas en la relación con una madre que quizás muchísimas veces creemos que quieren dañarnos; pero la realidad, salvo excepciones, es que las madre (y yo lo soy) vivimos con el corazón encogido ante cualquier problema que pueda afectar a nuestros hijos, aun sin que algunas veces sepamos demostrarlo o expresarlo. La mía no lo tenía facil, 14 hijos con miles y miles de circunstancias que muchas veces se la escapaban sin remedio de las manos. Y cuando murió ocurrió lo mismo, que se fue sin poder tener un ratito para ella misma, para hacer lo que deseaba por una vez y no lo que estaba obligada a hacer. Por eso, solo por eso, creo que debemos pensar en ellas antes de llegue el momento de la despedida. Luego es tarde.



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