Un nuevo día,
¡Oh! Tu, simple ironía,
hoy aumentas mi agonía.
Mi vida se encuentra, sola, dolida.
Llega el recuerdo,
Tu rostro hermoso,
Nuestro primer encuentro,
Desplazándome suave, lento.
Hoy, más que nunca ¡Me haces falta!
Mi corazón muere de frío,
Necesito el calor de tu cuerpo,
Me conformo con ver tu mirada.
No importa que por mi no sientas nada.
Esos ojos que irradian amor a mi alma.
¡Ven! Dime, dime que nada pasa,
que al igual que yo me extrañas.
Tócame, acaríciame, penetra mi alma.
¡Quiero sentirme querido!
Bella y divina escultora,
Resana este, mi herido corazón.
¿No vez que estoy muriendo vivo?
Pienso, aquellas noches,
Recuerdas, no digas que no,
No importa, yo si me acuerdo.
Tu, Me implorabas, me suplicabas
¡Tienes que ser mi noche, mi día mi vida!
Extrañamente hoy no estas aquí,
Ahogo mis heridas con gotas de alcohol,
¡Es injusto! ¡Yo estoy sufriendo!
Mientras que tu, tu te estas riendo.
No es justo, en cada pestañeo esta tu imagen,
No hay otra en mi subconsciente.
¡No me hagas sufrir!
Mi corazón aún te ama.
¿Por qué no estas aquí?
Mi vida está sola,
¡Ya! reduce la agonía,
¡Has que esto no parezca ironía!
Convierte nuestro amor en un nuevo día.
- Autor: Jesús Alberto Martínez Jiménez (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 17 de marzo de 2014 a las 20:48
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 74
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.