Señores si me perdonan, señores amigos míos,
Pero les pido permiso, yo quiero cambiar mi estilo;
Sé que todos son decentes, muy buenos y buenas gentes,
Su humildad es un escudo y su respeto, el frente.
Pero ahora yo les juro, que las cosas de la vida,
Me hace verla diferente, y vivir sin consentirla;
Como sé que en mi existencia y en mis buenas amistades,
Tengo muy bellas mujeres, que faltarle es de cobardes.
Pero tengo que decirles, tanto a hombres y mujeres,
Cosas que nunca yo olvido y las guardo en mi recuerdo;
Pero eran palabras sabias de esas que mucho uno aprende,
Sin ir a la universidad, las palabras del abuelo.
Él siempre me comentaba que mi abuela era feliz,
Pues si no se le paraba el metía la nariz;
Perdónenme amigos míos, que yo haga este recuento,
No es que tenga cara e fresco, quien me juzgará así?
Si estas cosas que yo he dicho, en algo se han ofendido,
Díganme, para quitarme, porque sino yo le sigo;
ahora me falta Mabel, si por casualidad me lee,
Sería capaz de romperme, el cuerpo con un espeque.
Pero yo con el respeto, que merecen mis amigos,
Y mucho más sobretodo, a la dama con quien vivo;
Que sepa que escribo cosas, sólo por matar el tiempo,
Pero el amor que le tengo, no he de perderlo ni muerto.
Pero siempre ciertas cosas, dejan a uno perplejo,
Yo no me río de nadie, pero que nadie a mí se crea que soy pendejo;
Y estas cosas que digo, es por reírme un rato,
Y al que me ofenda, lo mandaré pal carajo.
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José Miguel (chemiguel) Pérez Amézquita
- Autor: José Miguel Pérez Amézquita (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 18 de marzo de 2014 a las 14:20
- Categoría: Amor
- Lecturas: 91
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