Ya no quiso verte para llorarte,
al final, no importa si te buscaba,
pensar en tu tumba, no lamentaba,
estuviste presente pero ausente.
Ya solo pudo besarte la frente,
falso llanto, sobre ti derramaba,
con triste lamento su voz quebraba,
la misma que te deseo la muerte.
Pide perdón por todos sus pecados
para poder el mismo perdonarse,
pero si tus labios están sellados.
Así no hay manera de redimirse,
la mejor paz morir, ojos cerrados,
partida no apta para días tristes.
- Autor: Cronista Ebrio (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 20 de marzo de 2014 a las 16:30
- Comentario del autor sobre el poema: Hay tanta hipocresía en los velorios como hay moscas entorno de un cadáver.
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 42
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