Se intensifican los primeros hálitos del otoño
con un ruido famélico y distante.
Tropezándose, las raíces ciñen a sus rostros mustios,
el marchitar peculiar del color.
Infaustos derroteros se vuelven a mi,
vectores de amaneceres en desuso.
Esta ves el tiempo me desliza hacia la contienda.
Otra ves la tinta será escondrijo.
Comienza…
- Autor: Matias Ezequiel (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 21 de marzo de 2014 a las 04:15
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 90
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