Arbol soberano en mi niñez .
Molino de viento en mi vejez .
Abre tu pecho al viento,Caucho petreo
deja que inmortalice mis versos.
Tus ramas enhiestas
de hojas diamantinas
con impetu y valentia
al estio enfrenta.
Asi mis razones lidian
el color de tus ojos
cuando en silencio me miran
y se roban mis enojos.
Ayer eras un niño
pequeño arbolito.
De hojas diminutas
y ramaje escualido.
Hoy Señor del Bosque
hijo del Sol luminoso.
Varon del Orinoco
perpetuo y orgulloso.
Asi naci amandote
con un sino fecundo
ancho y profundo
como la selva del pacifico.
Arbol gigante.Estoico,coloso.
Tuya la Sabia,que da vida y calor.
Yo,su inexorable amante
pegaso azul de su pasion.
Tu la sabia.Yo mi sangre.
La pradera de esta Historia se abre
a mar y cielo,al borde de lo inefable.
Gratinando de estrellas,de lino y esmalte
todas las noches,que solia buscarte.
El verano parecia extaciarse
al besar tus labios,al abrazarte.
Llevas en tus vetas expedito
su nombre y el mio.
Recuerdos de un romance,
de ancestrales amantes.
Arbol centinela.
Sempiterno cautivo.
Es tu follaje,fiel testigo
de instantes vividos.
De tiempos baldios,
horarios sin pasos...
Heme aqui a tus pies
arbol fornido
recordando lo vivido.
Comentarios2
hermoso hola niño cuanto tiempo besos
Lindo poema lleno de sentimiento, de añoranza por tiempos idos.
Saludos amistosos de
Peregrina
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