LOS BESOS DE ELLA EN MONIMBÓ

LOS BESOS DE ELLA EN MONIMBÓ

Beso 1

Para cada palabra que emergerá esa noche

puesto que aún no existe,

para cada sonrisa hecha a la medida de la ignorancia,

para cada paladar oscuro.

Lo recuerdo antes de soñar: cómo entre dos silencios

discurría esta historia

que pintaré aventajando a la nostalgia,

cuya tristeza naufragó a la pulpería más cercana

haciéndose ceniza o café amargo.

Así lo describí bajo el farol

y las manos ocupadas en vaivén de advenimiento.

Entonces se acercó, digo sus labios

primeramente con sus dedos

-vean que evoco lo más dulce-

luego sus labios pobremente virginales a los míos

y entonces lo menciono dado su gravidez

y la harta lucha lastimera en el preacto.

Pero diré: como humedad de rosas,

como rocío en madrugada de septiembre

y no sé qué otra cosa que supuestamente pensé o dije

para la posteridad.

Masatepe, 21-02-14

Marcos Hernández