Comencé mi andadura
por la senda de la vida
sin espinas ni guijarros,
con el ropaje ilusionado
de una eterna primavera.
Camino que se abría ante mi
como el lucero del alba,
horizontes limpios que soñaba
de grandes fantasías anheladas.
Más adelante encontraba
a alguien que me esperaba,
nos cojimos de la mano
y caminábamos dichosos,
forjando sueños hermosos
llenos de vida y calor.
Pero aquella senda florida
en un desierto se convirtió,
y en un recodo agazapada
la mala suerte desafortunada
en sus redes nos envolvió.
Ahora lo que queda de su trayecto
camino con la triste soledad,
sabiendo que en ningún momento
encontraré la perdida felicidad.
Y caminaré el resto tambaleante
resignada al destino frustrante
que te llevó de mi lado como llegaste,
¡sin darme cuenta, en un instante!
Fina
- Autor: Fina (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 24 de marzo de 2014 a las 15:25
- Categoría: Amor
- Lecturas: 108
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