La miro y la remiro y los ojos se me nublan
y así nunca me canso y así vuelvo a mirar,
no veo, más presiento del alma su ternura
y en mis ojos su rostro se vuelve a reflejar.
De todos sus encantos percibo la inocencia
que me piden clemencia para no despertar
su carita graciosa que entre la somnolencia
me da su complacencia para ver su soñar.
Ternura, esa caricia que al alma nos arruga,
que a nuestros sentimientos les hacen tiritar,
un soplo es de alegría que vaga por el viento,
el placer de observar y sentirse contento
y ver que en un momento te vas a desmayar
y al fin adivinar la dicha que tanto te subyuga.
- Autor: donbuendon (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 25 de marzo de 2014 a las 00:01
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 74
- Usuarios favoritos de este poema: santos castro checa
Comentarios2
Hermoso poema, dulce y cálido! Precioso.
Abrazo,
Meri.-
Dificil es describir la ternura pero los califícativos dulce y cálido le van como anillo al dedo. Una abrazo
REALMENTE AMIGO POETA, ME ENCANTÓ TU DULCE POESÍA QUE ARROBA EL ALMA AL LEERLA.-
UN CARIÑO A LA DISTANCIA.-
MARGARITA
MAR DEL PLATA-ARGENTINA
www.margadepaoli.blogspot.com
Gracias, Margarita. Me doy por satisfecho con que te haya gustado.
Saludos
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