Sus besos fueron gotitas de magia, que me dio a beber cuando moría de sed.
Sus ojos, son las puertas del alma, un alma tan cristalina como un manantial.
¿Como podría no amarle?
Si tan solo con rozarme me quema la piel.
Su sonrisa, fue como verano en invierno.
Su mano, me guió a la libertad.
¿Como no pensarle a cada instante?
Si mi vida, comenzó con su abrazo.
TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS.
AUTORA: ORIANA RAVELO.
- Autor: Oriana Ravelo (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 25 de marzo de 2014 a las 10:42
- Categoría: Amor
- Lecturas: 105
- Usuarios favoritos de este poema: Viento de amor, Damian Santarossa
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